El Juzgado de Garantía de Cañete dejó hoy –miércoles 31 de julio– sujetos a la medida cautelar de prisión preventiva a Felipe Antonio y Yeferson Alexander Antihuén Santi, imputados por el Ministerio Público como autores directos de los delitos consumados de homicidio calificado (3), con premeditación, alevosía e ignominia; robo con violencia; incendio de vehículo policial; porte ilegal de arma de fuego y traslado de restos humanos sin autorización sanitaria. Ilícitos cometidos en abril pasado, en la comuna.
Además, se formalizó en calidad de autor operador de los tres homicidios y robo con violencia, a Nicolás Bastián Rivas Paillao.
Por causa previa, la fiscalía sindicó también a Yeferson Antihuén como autor del delito frustrado de homicidio de carabineros (3) y funcionarios de la Armada (3) en servicio; y los delitos consumados de robo con intimidación de vehículo motorizado; porte y tenencia de arma de fuego y receptación de vehículo motorizado. Delitos cometidos en marzo de 2023, en la comuna de Contulmo.
En la audiencia de formalización (causa rol 1.522-2024), el magistrado Cristián Rosenberg de la Fuente ordenó el ingreso en prisión de los tres imputados por considerar que su libertad constituye un peligro para la seguridad de la sociedad; por la gravedad de los delitos que se investigan; las altas penas asociadas y riesgo de fuga. Además, fijó en seis meses el plazo de investigación.
Según el ente persecutor, alrededor de las 23 horas del 26 de abril pasado, los funcionarios de la Cuarta Comisaría de Carabineros de Los Álamos, sargento 1° Carlos José Cisterna Navarro, cabo 1° Sergio Antonio Arévalo Lobos y cabo 1° Misael Vidal Cid se encontraban realizando labores policiales en sectores rurales de la comuna de Cañete, utilizando una camioneta blindada.
En ese contexto, se dirigieron al sector Antiquina para fiscalizar una medida cautelar de arresto domiciliario nocturno. A la altura del kilómetro 25 de la ruta P-72S, que une Cañete con Tirúa, ingresaron por un camino vecinal y luego accedieron a un estrecho callejón, con poca iluminación, encontrando que el portón de la propiedad había sido cerrado por los imputados. Al abrir la puerta de la camioneta para bajarse, los policías fueron atacados por un número indeterminado de sujetos, entre ellos los hermanos Tomás, Yeferson y Felipe Antihuén Santi, quienes portando armas de fuego emboscaron y redujeron a los carabineros, sustrayendo de esta forma la cámara go pro, radios portátiles, un teléfono celular, chalecos antibalas, escudos balísticos; cascos; tres pistolas 9 milímetros, con 6 cargadores y 90 cartuchos 9 milímetros; dos ametralladoras Uzi 9 mm, dos cargadores y 100 cartuchos 9 milímetros; una escopeta 12 mm y 50 cartuchos de la misma medida; una carabina lanzagases 36 mm, entre otras especies que portaban los uniformados. Posteriormente, con las víctimas sin poder oponer resistencia, les dispararon en el lugar causando su muerte.
Carlos Cisterna Navarro falleció debido a disparo de escopeta que le provocó un trauma torácico complejo, con fractura de cuatro costillas, daño pulmonar y cardíaco; Sergio Arévalo Lobos recibió, al menos, cuatro disparos que le provocaron daño cráneo encefálico mortal, también, en las vías aéreas, en la vértebra cervical, en las arterias carótida, yugular y en otras zonas vitales; A Misael Vidal Cid le dispararon en la región occipital derecha, falleciendo por un traumatismo faceocraneal encefálico, además de sufrir daño en la columna dorsal y en el pulmón izquierdo.
Tras finalizar la ejecución, los imputados cargaron los cadáveres de las víctimas en el pick up del vehículo policial y los trasladaron a través del camino interior que pasa por la comunidad Nicolás Calbullanca, hasta la ruta P-72S y continuaron hacia Cañete, hasta el kilómetro 24, en donde -ya en la madrugada del 27 de abril- dejaron la camioneta, utilizaron el combustible de una motosierra policial y quemaron el móvil y los cuerpos de los carabineros.
Después de efectuar disparos al aire, huyeron del lugar.
La investigación del Ministerio Público indicó que los tres hermanos Antihuén Santi, junto con Nicolás Rivas Paillao planificaron el ataque. Estudiaron lugar y hora para realizar la emboscada. Además, Nicolás Rivas, en la tarde del 26 de abril, entregó a Tomás Antihuén una escopeta usada en el hecho.
Hecho 2
Por otro lado, en horas de la tarde del 29 de marzo de 2023, cuatro trabajadores de la empresa Imuelecma Spa Telecomunicaciones instalaban una antena WOM en el sector Grano de Trigo en la comuna de Contulmo, para lo que se movilizaban en una camioneta por la ruta P-718. Alrededor de las 16 horas, mientras descansaban a orillas del camino, se les acercó otro vehículo, tres de cuyos cuatro ocupantes descendieron encapuchados, premunidos de armas de fuego. Uno de ellos era Yeferson Antihuén Santi. Los sujetos intimidaron a los trabajadores, se apropiaron de la camioneta y se retiraron del lugar.
Las víctimas denunciaron el robo y que el móvil poseía gps, por lo que carabineros y funcionarios de la Armada persiguieron a los autores en un vehículo blindado. Posteriormente, se activó el sistema de cortacorriente de la camioneta robada, por lo que fue abandonada por los malhechores quienes intentaron escapar en el vehículo en el que llegaron, el que también había sido sustraído, el 18 de febrero de 2023, a un funcionario de la Municipalidad de Contulmo.
Para evitar ser atrapados los sujetos dispararon al vehículo de la Armada, impactando el parabrisas blindado y lo chocaron en distintas ocasiones, lo que causó el volcamiento de ambos móviles. Los delincuentes huyeron, pero en el interior se encontró un revólver, munición de distinto calibre, una escopeta, un rifle de caza, dos radios portátiles y un teléfono celular, propiedad de Yeferson Antihuén.
Como consecuencia del volcamiento, tres funcionarios de carabineros y tres funcionarios de la Armada resultaron con lesiones menos graves.